Allá por
mayo de 2003 comencé a escribir Tulipa.
Desde entonces ha corrido mucha agua bajo los puentes. Digo con frecuencia que
los eventos importantes suceden en mi vida cada diez años. Hoy, entrando la
primavera por el valle Amblés, leo un artículo que me ha dejado abrumada y con
todas mis energías puestas en mi escritura.
El escritor Francisco
Javier Irazoki ha publicado unas palabras en El Cultural sobre Tulipa, aquella
que comencé a escribir hace ya una buena década y que publicó Caldeandrín Ediciones recientemente. No
puedo decir que esperaba la noticia, pero un amigo tuvo el buen gusto de
proporcionarme esta alegría que me compromete hasta los huesos. A él, al amigo
generoso, y al lector crítico y honesto que es Irazoki, les doy públicamente
las gracias desde aquí.